Las personas con TDAH suelen experimentar dificultades en la memoria de trabajo, lo que puede manifestarse en problemas para recordar información relevante mientras realizan tareas cotidianas. La capacidad para mantener la atención y resistir distracciones se ve comprometida, lo que dificulta la retención de información a corto plazo.
La memoria de trabajo consiste en tres componentes principales: la capacidad para mantener información en la mente (almacenamiento a corto plazo), la capacidad para manipular esta información (procesamiento) y la capacidad para utilizarla en la toma de decisiones y la ejecución de tareas (utilización). En el caso del TDAH, los déficits en cualquiera de estos componentes pueden afectar el funcionamiento general de la memoria de trabajo.
Es importante destacar que las dificultades en la memoria de trabajo no son uniformes en todas las personas con TDAH, ya que este trastorno puede manifestarse de manera diferente en cada individuo. Sin embargo, comprender las posibles implicaciones en la memoria de trabajo puede ser útil para diseñar estrategias educativas y de apoyo específicas que ayuden a superar estos desafíos cognitivos. Enfoques como la organización, la planificación y el establecimiento de rutinas estructuradas pueden ser beneficiosos para mejorar el rendimiento en actividades que requieren un uso intensivo de la memoria de trabajo.