Elpsiquiatra Edward Hallowell, fundador de los Hallowell Centers en Nueva York y en Sudbury, Massachussets, prefiere un término diferente para la hiperconcentración: “Flujo”. El concepto de flujo proviene de las investigaciones del psicólogo Mihály Csíkszentmihályi, dice el Dr. Hallowell, y lo describe como cuando “estás haciendo algo que te importa mucho y que es un reto”. También es, dice, “cuando funcionas de la mejor manera posible”. Al parecer, esto describe bastante bien la relación que tiene Mark con las matemáticas.
Pero enfocarse intensamente no siempre es algo bueno. El Dr. Hallowell diría que la tendencia de Andy a perderse frente a una pantalla de televisión no es un ejemplo de hiperconcentración o del estado de flujo, sino de ser “succionado por la pantalla”. El flujo es algo “conveniente”, dice. La succión de pantallas es como un “letargo”. Lo que los une es el hecho de que los dos son modos diferentes de atención intensa. El TDAH, dice el Dr. Hallowell, no es un déficit de atención, sino “una abundancia de atención, una atención en fuga, y el problema es regularla. Las personas conTDA pueden concentrarse muchísimo, pero cuando no les interesa algo, sus mentes los llevan a otra parte”.
¿Realmente no existe un “déficit” en el trastorno por déficit de atención con hiperactividad? “Espero que le cambien el nombre en el futuro”, dice el neuropsicólogo del Child Mind Institute Michael Rosenthal, para que describa el trastorno con más exactitud. Muchos niños (y adultos) con el trastorno son perfectamente capaces de enfocarse intensamente en las cosas que les interesan, a veces excluyendo “las cosas que no les interesan pero que son importantes de hacer”. Para el Dr. Rosenthal, el flujo y la succión de pantallas son dos ejemplos de la desregulación de la atención que es característica del TDAH.
“Se tiene que considerar desde la perspectiva en la cual el TDAH es un trastorno, y parte de ese trastorno es la dificultad para modular la atención”, dice el Dr. Rosenthal. “No es intrínsecamente algo bueno o malo, es lo que es y puede utilizarse para hacer cosas productivas e improductivas”. Cuando el Dr. Rosenthal habla con padres como Mark, encuentra que es útil describir las causas subyacentes de la hiperconcentración, para ayudarlos a entender este comportamiento y superar el escepticismo que surge al ver a niños con TDAH que no parecen encajar en el molde del TDAH.
Una manera de acercarse es adoptar una perspectiva neurológica. “Hay una parte del cerebro, el lóbulo frontal, que tiene un rendimiento inferior en los niños con TDAH y, como consecuencia, sus sistemas de recompensa son un poco extraños”, dice. “Por eso, cuando se meten en una actividad que es gratificante para ellos, les resulta difícil cambiar su atención a otra actividad”. Otra manera de ver la hiperconcentración es como si fuera algo conductual, siguiendo los estudios del psicólogo e investigador en TDHA, Russel Barkley. Desde este punto de vista, los niños con TDAH tienen problemas para controlar la intensidad de su atención, de la misma manera que tienen problemas con frecuencia para controlar sus acciones físicas.
Dominick Auciello, PsyD, neuropsicólogo y experto en educación, adopta un enfoque más literario. “A menudo, utilizo con los padres la metáfora de una linterna para hablar acerca de la atención”, dice. “El foco puede ser fuerte o débil, puede ser amplio o estrecho, puede apuntar hacia allá y hacia acá. Pero hay un ejecutivo, su mano, que controla la linterna y regula estos factores”. El problema con los niños con TDAH es que el ejecutivo tiende a ser errático o incluso parece a veces que ni siquiera está ahí.
La hiperconcentración en actividades que son estimulantes o atractivas no es algo que esté exclusivamente reservado para las personas con TDAH. “Todos prestamos más atención a las cosas que nos interesan, y todos tenemos que esforzarnos más para prestarle atención a algo que no nos interesa tanto”, dice el Dr. Auciello. “La atención en las personas `normales´ no es perfecta”. Sin embargo, puede convertirse en un problema real para los niños con TDAH, que tienen una dificultad que los limita para “cambiar el enfoque de la atención”, como lo explica el Dr. Rosenthal. Afortunadamente, cuando el problema es enfocarse en las tareas necesarias, la hiperconcentración también puede ser una solución.
El objeto de la hiperconcentración en los niños, “normalmente es algo que les interesa mucho y que captura su atención”. Dice el Dr. Auciello. “Y los padres se quedan con la duda: “¿Cómo es que puede ponerle atención a eso y no a sus tareas?”. El Dr. Auciello propone una solución de muestra para un niño al que le cuesta mucho trabajo sentarse y practicar la lectura. “Busquemos los temas que serán de su interés, y tal vez eso lo ayude a prestar atención a los libros”, dice el Dr. Auciello. “Entonces, en lugar de apegarse estrictamente a un plan de estudios, si la meta es que el niño lea, practique la lectura y se convierta en un mejor lector, elija temas que sean de su interés”.