La falta de sueño puede exacerbar los síntomas del TDAH, contribuyendo a problemas de concentración, irritabilidad y dificultades en el rendimiento académico o laboral. A su vez, este ciclo puede convertirse en un desafío continuo, ya que la fatiga diurna puede agravar los síntomas del trastorno.
Es fundamental abordar el problema del sueño en personas con TDAH de manera integral. Estrategias como establecer rutinas regulares para la hora de dormir, crear un ambiente propicio para el descanso, y limitar la exposición a pantallas electrónicas antes de dormir, son pasos importantes. La colaboración con profesionales de la salud mental y del sueño puede proporcionar estrategias específicas y adaptadas para mejorar la calidad del sueño en aquellos que enfrentan el desafío combinado del TDAH y los problemas de sueño. ¡Priorizar el sueño es un paso crucial hacia una vida más equilibrada y plena!