La disregulación emocional es otra faceta importante que a menudo se observa en personas con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Este término se refiere a la dificultad para regular y gestionar las emociones de manera efectiva. Algunos aspectos clave de la disregulación emocional en el contexto del TDAH incluyen:
Es importante destacar que la disregulación emocional en el TDAH no es uniforme y puede variar significativamente de una persona a otra. Además, otros factores, como trastornos comórbidos o situaciones ambientales, pueden influir en la expresión de la disregulación emocional.
El manejo de la disregulación emocional en el TDAH a menudo implica estrategias específicas, como el aprendizaje de habilidades de regulación emocional, la terapia cognitivo-conductual, y la implementación de rutinas y estructuras que ayuden a prevenir situaciones desencadenantes. La intervención temprana y el apoyo continuo son esenciales para ayudar a las personas con TDAH a desarrollar habilidades emocionales efectivas y mejorar su calidad de vida.